23 de noviembre de 2012

Una de dicepolo

Algo que siempre rescate de mi forma de ser es la capacidad para darme cuenta cuando tengo que irme, dijo el hombre sentado en una mesa cuadrada, las piernas cruzadas y un cigarrillo en la boca. En su mano, infaltable el vaso de vino tinto en frente suyo, como escuchadolo, o como ampliando su mensaje, no solo para su amigo, fiel compañero y seguidor, y escuchador de las historias mas aburridas, como esta, sino también para el resto de los parroquianos de aquel bar, sucio y asqueroso es verdad, lleno de borrachos, igual que aquellos dos pero un poco mas pobres, también lleno de chicos ricos que van en busca de lumpenaje en la ciudad de buenos aires. Viejos de boina que juegan al billar o al truco se ven poco a estas horas de la madrugada, solo taxistas.
-Porque yo siempre fui un pelotudo, hermano, en las cosas importantes de la vida. Nunca me di mucha cuenta de cuando me querían, nunca tuve la ambición necesaria para sobrevivir en la facultad, ni para buscarme un buen trabajo. Siempre me importo mas bien poco lo que pensaran de mi. Y es cierto que esas cosas el mundo no las perdona. Al mundo si le das la espalda te rompe el orto (ríe el amigo, y, quizás por el efecto amplificador del vaso de vino ríen también, atrás nuestro un par de pibes de la hinchada de atlanta, que juega mañana a las doce del mediodía, se juega el descenso, y ellos están ahí, tomando, y esperando que sea la hora para ir a la cancha, y ríen. Y el hombre que habla, que mas de una vez se creyó cerca de sus compañeros de facultad, o de los chicos que ahora pasan por al lado, en patines y anteojos negros rumbo a las mesas de ping pong del fondo ahora sabe del todo, cien por cien seguro, que es mucho mas parecido a los pibes de la hinchada, o a los borrachos que duermen en los bancos largos del bar que a los chicos recién bañados que están pidiendo un fernet con coca a cuarenta pesos). Pero siempre supe cuando irme, y eso lo sostengo a muerte. Yo sabia que me tenia que ir de mi casa (otra vez la misma historia, piensa el que esta escuchando), lo sabia, porque no se soportaba mas, porque no se podía  ni estar ahí del clima que se vivía. Espere el momento. Y un día me dijeron, "o cortas el pasto o te vas", y ahí pensé, esta es la mía, y me las piante hermano. Y no tenia un mango, ni trabajo, ni nada, una bicicleta tenia, y amigos, muchos y por suerte, que si no es por ellos o me voy abajo de un puente, o me quedo en la casa de mis viejos, o me meto un palo en el culo y me clavo al obelisco.
Pero por eso digo que yo hay cosas que puedo entender. Puedo entender a la gente que es una basura humana, egoístas de mierda que no les importa nada mas que cuidarse el orto, que cuidar sus cosas, que si te tiene que tirar a un puente te tira (se nota que el vino ya había hecho efecto), los puedo entender porque la vida los hizo así y los acepto. Que nadie tiene la culpa de que el mundo sea una cloaca. Puedo entender a los ladrones de bancos, y también a los pendejos que le roban a una vieja con muletas para comprar merca, y además de robarle la cagan bien a trompadas. Los entiendo porque yo se que ellos no pueden hacerse responsables de sus actos, no los asumen. Entiendo a los locos, y a los asesinos de mierda, y a los fisurados, porque nadie les dio la posibilidad de no estar fisurados. Que la idea de que el que quiere se salva es una idea impuesta por el capitalismo.
Lo que no puedo entender hermano (el otro ya casi que roncaba y yo me tome el vaso de un saque y encendí otro cigarrillo), lo que no puedo entender es a la clase media. Porque si vos sos un hijo de puta pero pobre, sobre todo pobre de oportunidades yo te entiendo, ahora si vos sos una persona bien, con valores establecidos, socialmente aceptados, como mierda puede ser que no limpies la mierda que dejas en el inodoro, sabiendo que no sos la única persona que caga ahí, de ultimas por vergüenza hermano, por vergüenza a que venga otro que es como vos y vea tu mierda, tu mierda es como tu alma, no esta bien mostrársela a cualquier desconocido. O como no vas a decir gracias, o a entender donde estas parado, eso es lo que me revienta, me revientan los burguesitos que se creen que se pueden manejar en todos lados como si fuera su casa, y creen que todas las personas son sus padres, me revienta la falta de responsabilidad loco, la falta de compromiso con uno mismo, por los demás (se levanta de la silla que se cae para atrás haciendo un tremendo ruido que despierta a su amigo y hace saltar a los pibes de la barra que se habían olvidado de nosotros y que ahora nos miran como si fuésemos a hacer algo increíble), me rompe las pelotas los nenes de mama sin mama, el mundo es un lugar de mierda, lo único que queda es abrirse paso a patadas, nadie te va a regalar nada, y si alguien te regala algo valoralo, la concha de tu madre! (grita) porque sino es peor, hijos de puta, y devuelvanme mi vaso de vino. Quien se llevo mi vaso, quien mierda se llevo mi vaso eh, no se puede estar tranquilo en NINGÚN LADO, eh, tenes que cuidarte de tu sombra, porque, que hicimos nosotros para merecer esto, yo que hice, eh.
Plaf, plum, plof, el tipo se vio desbordado por sus propias emociones y empezó a patear los muebles que encontraba a su paso y también a los que pasaban, esos de anteojos y fernet se vieron pateados en los tobillos, pero permanecieron indiferentes, muertos, y eso solo enfurecía mas a nuestro amigo que les gritaba "pegame maricón, defendete", pero nada. Los muchachos de la hinchada quizás entendieron que era lo que este hombre necesitaba, se acercaron y casi con amor y cuidado lo cagaron bien a trompadas y lo hecharon del bar.
Ya en la puerta, logro ponerme de pie, me sacudo el polvo, linda paliza, pienso, la necesitaba. Tres minutos mas tarde veo salir a mi amigo, saluda al mozo, "hasta mañana José, si no te preocupes que lo llevo a su casa".
-Siempre lo mismo vos, eh-me dice-Nos vemos mañana.

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