27 de noviembre de 2012

De mediciones

Estoy escribiendo como un tarado en que se miden las cosas cuando debería escribir en que se miden los sentimientos, que son las verdaderas cosas, porque yo, exagerado quizás, estoy cada vez mas seguro de que las cosas no existen, quizás ni las personas existan y solo exista uno, o mejor dicho quizás solo existan dos, no se, eso es mas exagerado todavía que decir que solo existe uno. Soy cociente de mi exageración y también soy cociente de que cuando pienso o escribo lo que yo pienso o escribo no lo mido, y dale con esa idea matemática de medir las cosas (pero puede estar bien) por su grado de realidad sino por su grado de belleza, porque lo que vale es lo lindo, lo lindo es lo que hace bien al alma (y definir alma es por de mas complicado, pero yo diría que es un pajarito, o un chico o un fuego que vive en nosotros, y que se manifiesta a razón de lo que nosotros sentimos, lo que realmente sentimos, el alma es lo que deseamos y lo que anhelamos, lo que amamos, el alma esta constituida por todo eso, y es la idea del alma como pibe que te dice que es lo que te pasa esta muy bien...porque vos podes estar haciendo otras cosas pero el alma es ese pibe que te dice "-hace lo que quieras, pero lo que vos realmente queres es esto", e ir en contra del alma es un crimen contra uno mismo, pero en fin), lo lindo es aquello por lo que vivimos.
Y entonces, en que se miden las cosas, en que mido yo las cosas, la realidad es que es una postura personal...Las cosas se miden por su grado de realidad, lo que es real es lo que sentimos, lo que deseamos, lo que etc.
Las cosas, las palabras, Las palabras y las cosas, estoy plagiando a alguien pero no me acuerdo a quien.
                                                                                         ...Uno es lo mas importante
y nadie puede reemplazarte.
Pero cuidado, no niegues
Que si vos queres necesitarme
Es porque yo te necesito

1 comentario:

  1. Me recuerdas a un poeta que ya no tiene blog o al menos yo no lo encuentro, Santiago Tena. Para él la materia no existía, lo real era lo que se sentía. A lo mejor es a él a quien estás plagiando sin querer.

    Me ha gustado tu escrito, no midas nada matemáticamente, es la ilusión lo que nos da la medida del alma.
    Besos

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